El Gnomo

Siento que lo he perdido todo, que me hundo en la más profunda desesperación,
quiero llorar, hasta que no me queden lagrimas,
me duele el corazón, el alma,
y lo peor es que no me queda esperanza.
Sin esperanza, no hay vida.
Me siento como muerta,
tal vez ya lo estoy.
Quisiera vengarme del mundo,
pero sobre todo de él,
aquel que me provoca esta gran desolación.
No eres bueno para mí,
pero tampoco lo eres para nadie,
has causado tanto dolor, tanta amargura,
solo por tu testarudez,
por creer que eras un dios,
cuando la verdad es que no eres nadie.
Nadie te recordara, salvo tu familia,
y cuando ellos mueran, tu morirás con ellos,
porque tu recuerdo se desvanecerá para siempre.
No se si te deseo el bien o el mal,
solo deseo que desaparezcas de mi vida,
y que no sigas amargándole la vida a nadie.

Uno de mis amores

Cuando me siento mal escribo, porque con ello puedo ahogar mis penas, mis angustias, mis malos tragos. Algunas personas intentan olvidar a través del alcohol, o incluso durmiendo, yo escribo. Siempre he pensado que cuando lo hago es como si me deshiciera de mis miedos, de lo que me abruma. Me podrán quitar la libertad, todo mi patrimonio, o incluso la vida, pero jamás podrán callar mi voz, o mejor dicho, jamás me podrán quitar esto que amo, escribir.

Siempre seré tuyo

Cuando los días se convierten en eternidades,
cuando las estrellas dejan de brillar,
y todo parece oscuro,
solo existe una luz que pueda iluminarme,
esa eras tú.
Aquella que al tocar mis labios,
me dio vida, esperanza para salvar mi alma,
cuando ya la creía perdida.
Ya no se trataba de mi,
sino de ti, de nosotros.
Te habría seguido hasta el final,
hasta la propia muerte,
habría comprado el tiempo,
solo por estar un segundo más a tu lado.
Porque cuando amas nada es suficiente,
el tiempo se hace pequeño,
y los buenos momentos se acumulan.
Y nada es mejor que ver tu sonrisa,
o escuchar tu voz,
salvo despertar y verte en mi cama
y saber que siempre te veré en ella.
Te quiero más de lo que mis palabras pueden expresar,
más de lo que cien poetas podrían decir,
solo puedo mostrarte el latido de mi corazón,
la aceleración de mi respiración,
el nudo en mi estomago.
Y podrás comprobar que yo siempre seré tuyo.

Nunca fuiste mío

Como duelen esas noches de soledad,
esas noches en las que deseo llamarte,
pero no contestas.
Como duele ese vacío que dejaste cuando te fuiste,
vuelve conmigo, vuelve conmigo.
A veces pienso que me muero,
a veces creo que te veo,
pero todo es mentira,
la misma que me digo a mi misma para olvidarte.
¿Cuando podre dejar todo atrás?
Y por una vez creer que todo fue una ilusión,
un engaño de mi mente, un espejismo.
Como duele saber que nunca seras mio,
y saber que seras de ella, duele más que nada.
Ojala hubiera sido valiente para decirte todo lo que te quería,
todo lo que sentía por ti,
pero ya es demasiado tarde para volver atrás.
Solo deseo que este dolor, esta angustia,
desaparezca poco a poco como si nunca hubieras existido.
Igual que vuelve a salir el sol después de la tormenta,
yo me levantare de nuevo y seré la que fui.
Tal vez algún día pueda levantar la mano
y decirte adiós, no uno triste, sino con una sonrisa en la cara.