Como buena escritora (o al menos eso intento) creo que debo contaros mi experiencia sobre algo que me paso, puede que aprendáis alguna lección o simplemente disfrutéis leyendo esto.
Corría el año 2013, y yo me sentía llena de ganas de empezar un nuevo curso pero, a la vez me sentía muy triste porque estaba sola, no sola literalmente, sino que no tenia a ningún chico a mi lado. Pensareis que mas da, pero a mi me hacia falta los besos de un chico, las caricias, las miradas, esas cosas. Pensaba que depues de tanto sufrimiento, de tantas decepciones, no conocería a nadie que me volviera a hacer sentir especial. Sin embargo, estaba totalmente equivocada, y el primer día de clase me di cuenta de ello. Al entrar en clase un día 17 de septiembre, día de la presentación de mi nuevo curso, le vi, vi al chico mas guapo que hubiera podido imaginar. Al principio me pareció simplemente guapo, y a penas le preste atención, porque pensaba que alguien así seria una persona engreída y arrogante. La verdad es que yo jamas me he considerado una chica guapa o mona, por lo que poco o nada podía hacer para que el se fijara en mi. Cuando el fin de semana paso y llego el momento de empezar las clases oficialmente volví a estar enfrente de ese chico, era alto, castaño,con los ojos de un color miel, moreno de piel y con una sonrisa brillante. Para mi sorpresa congenie desde un principio con el, hablamos y conversábamos, el me hacia reír y yo a el. Ademas durante las clases a menudo nos dirigíamos miradas que acaban con fuertes carcajadas. No era como yo había imaginado, al contrario de esa primera impresión descubrí que era una gran persona, simpático, divertido, agradable, amable y bueno. Jamas olvidare la forma en la que se reía, se le formaban dos hoyuelos a ambos lados de la cara, o la manera en la que se tocaba el pelo o lo loco que se ponía cuando no se acordaba de una lección. Me hice demasiadas ilusiones, ya no me importaba su físico, ni siquiera el estilazo que tenia para vestir, su corazón fue lo que atrapo al mio, su manera de ser, de tratarme, eso si que me enamoro. Cuando por fin estaba decidida a contarle todo lo que sentía, me di cuenta de que yo jamas le iba a importar, al menos, no como yo esperaba, y me frene, y no se lo dije. Se que el lo sabia, o al menos lo intuía, y no deseaba una decepción, no quería que me rompieran el corazón. Supe su respuesta en cuanto le mire, en cuanto me fije en sus ojos, supe que nunca me iba a querer. Y ya la verdad que no me importa si lee esto y se entera, ya no forma parte de mi vida, ni yo de la suya, y puede que esto me sirva para pasar pagina, y dejar atrás un capitulo de mi vida, que a pesar del desengaño, me hizo darme cuenta de que siempre, hay una posibilidad para enamorarse de nuevo.
