Bienvenidos al blog de miriam.

sábado, 30 de agosto de 2014

Hoy ha sido genial porque te he visto, porque me has mirado,porque yo te he mirado. Y por un momento al sumergirme en ese color verde avellana y navegar por la cuenca de tus ojos vivi y mori en ellos. Tu sonrisa me hizo perderme, volar hacia el cielo mas azul, tocar las nubes con la mano. Si tuviera que escribir un final seria este, estar a tu lado por y para siempre.

Una Historia Diferente

                 CAPÍTULO 1:El instituto
-¡Gorda, fea, ballena!
Cuantas veces pude escuchar esas palabras, cuantos días insultada, humillada por todo el mundo, y yo me sentía así, peor que la mierda, peor que lo mas bajo.Recuerdo perfectamente que tipo de persona fui siempre, esa chica gordita, diferente, diferente a los demás. Como muchos otros intente encajar, ser como el resto. Me llamo Andrea Gutierrez, la verdad que mi nombre no tiene mucho de especial, pero quiero contar esto, no porque sea la mejor historia que hayáis escuchado, no porque os enseñara grandes lecciones, sino porque alguien debe hacerlo.
Tengo 13 años y voy al instituto de enfrente de mi casa,el  I.E.S Rosario Flores, no me preguntéis si se lo pusieron por la cantante o porque sonaba bien. Es un lugar en donde se supone que aprendes todo lo que necesitas, en donde te formas como persona y esas cosas. La verdad es que no esta del todo mal comparándolo con otros centros. Mi madre dice que debo estudiar mucho para ser abogada, medico o veterinaria, mi padre en cambio me dice que disfrute y que elija lo que quiera. A veces me siento un tanto agobiada por tanta presión y eso, aunque intento pasar un poco del tema; de lo que no puedo pasar es de mis compañeras y compañeros de clase. Cuando salgo de casa tengo miedo,no quiero ir, algunas veces incluso me hago la enferma, pero mi madre ya no se lo cree.
Al llegar a la esquina del instituto ahí están esperándome, Rosita,Sofia,Cristina, Roberto y Eric. Mientras las chicas me agarran, los otros dos me quitan la mochila, me zarandean y me insultan, es así prácticamente todas las mañanas, como si vivieran una historia interminable.
Cuando por fin consigo llegar a clase me devuelven la mochila y me dejan tranquila, para así no ser regañados por la profesora, pero durante el cambio de clase ahí vuelven los insultos:
-Eres una gorda fea, ¿sabes?, no te queremos por aquí.
No se pero, es como si ya me hubiera acostumbrado a tantas burlas, lo único que alivia mi corazón es mi amiga Elo, es tan buena, cariñosa, divertida,es de esas personas que por muy mal que te haya ido el día, siempre te sacan una sonrisa. 
-¿Estas bien, amiga?
-Sí, tranquila estoy bien.
Intente templar mi voz para parecer segura, pero aun así ella noto una cierta tristeza en mis palabras.
-La verdad no creo que estés tan bien. ¿Como permites que te sigan manipulando, insultando?
¡Debes decírselo a tu madre, al director, no se, a alguien!
El tono de preocupación de sus palabras resonó en mi cabeza como unas campanas. Sabia que tenia razón y aun así había una fuerza en mi interior que no me dejaba decirlo.
-No puedo, Elo- dije con lagrimas en los ojos.
- Si que puedes, yo se que puedes-dijo Elo mientras me agarraba las manos con fuerza.
Me miraba como si con los ojos pretendiera convencerme de ello.
-Lo siento- dije apenada mientras salia corriendo en dirección a la puerta.
Sin embargo, antes de poder llegar alguien me agarro del brazo y tiro de mi hacia dentro, al girar mi cabeza vi que era Cristina. Aquella chica era mas bajita que yo, hacia el metro 60, pero para su estatura tenia una fuerza impresionante.Era morena con la melena larga, le llegaba hasta el final de la cintura, con unas ojos muy verdes que podían casi traspasarte y que cuando te miraban podía verse una pequeña mancha de oscuridad. Para mi lo mas impresionante de todo, era la expresión de maldad en sus labios y su risa entrecorta y llena de odio. Te miraba como te mira un asesino de película antes de matarte, esa mirada que asusta y que te mete el miedo por dentro.
-¿A donde te crees que ibas?
Su voz era chirriante, de esas voces que te hielan hasta el ultimo hueso.
-Aaa caassa- dije con tartamudeo.
Intentaba por todos los medios mantener baja mi mirada para no tener que fijar mis ojos en los suyos. Sin dejarme decir nada mas me volvió a agarrar del brazo y tiro muy fuerte de mi, pero esta vez hacia fuera. Al salir aflojo su fuerza para que nadie sospechara que me acosaba y en ese momento sentí que era mi oportunidad para huir, pero justo cuando lo intente volvió a apretarme fuerte. Me llevo a un callejón cercano, ahí me soltó definitivamente.
-¿Te crees muy lista no?- dijo mientras daba vueltas a mi alrededor.
Yo no conteste, quise hacerlo, pero era como si mi voz me hubiera abandonado.
-¿No se supone que las ballenas mueren fuera del mar? Deberías estar muerta.
Aquella ultima palabra me dejo helada, era como si no hubiera nada peor para decirme, como si ya no pudiera soportarlo mas. Me deje caer al suelo y sin poder evitarlo me puse a llorar. Era como si esperara la estacada final, el tiro de gracia, pero en vede regodearse en su burla, desapareció tan rápido como lo había hecho. Me quede mucho rato ahí sentada en el suelo, ni siquiera se cuanto tiempo paso, solo sabia que no tenia fuerzas para volver a mi casa.