Recorro el mundo buscando un sentido,
un camino que me lleve a mi destino,
pero no puedo hallarlo,
tu rostro se desvanece y tu reflejo se pierde,
mientras mi alma se desmorona,
buscando el latido de tu espíritu,
que languidece, que se disipa.
Y te busco, sin descanso,
sabiendo que yo soy tuya y tu eres mío,
como el sol y la luna,
el mar y el cielo.
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